🤖 Pablo Iglesias me seguía en Twitter y todavía no sé por qué. Y otras cosas de redes.
Hubo un tiempo en el que yo, como toda alma pecadora e ingenua, cayó en las garras del pajarito azul, mutado más tarde, por la gracia divina de San Ellon, en el ya oscuro dominio de la X. Este se alza triunfante como nuevo símbolo del poder manifiesto de los pequeños hombres blancos con problemas de autoestima y carencias psicológicas. Esa nueva era en la que hemos entrado con regocijo indisimulado y vergonzoso a partes desiguales y en la que los de siempre lo seguirán pasando peor.